Terminología de un grupo discriminado: las personas mayores. El caso español

Enfoque

Introducción

Los términos, ni son estáticos, ni son neutros. Cuando estudiamos un determinado grupo de población debemos analizar cual es el término utilizado para referirnos a ese colectivo y su evolución. Máxime cuenda estamos ante un grupo puede sufrir discriminación.

Objetivos

El presente trabajo es una búsqueda y análisis de la terminología utilizada para referirse al colectivo que comprende a las personas mayores de 65 años.

Metodología

Para ello haremos una búsqueda y análisis de la conceptualización realizada por parte de autores de diversas disciplinas, así como en las normas que hacen referencia a dicho colectivo

Discusión

Recientemente el Diccionario de la RAE ha incluido el término “edadismo” como “discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas”. Un análisis más detallado de sus definiciones nos descubre que “persona mayor” es el término, no solo con menos connotaciones negativas, sino  el más aséptico de todos (con una mera connotación cronológica), con varias acepciones positivas, frente a viejo, anciano o abuelo. Algunos autores entienden que estos últimos términos, se emplean de forma peyorativa y evidencia la discriminación que este colectivo ha venido sufriendo.

Desde el ámbito académico, donde hay estudios con cierta profundidad, se rechaza contundentemente “viejo” por entender que es un término relacionado con el fin de las capacidades, o con cierto “desvalimiento”. También “tercera edad” por responder a criterios hoy obsoletos. La lista de términos despectivos descritos o considerados negativos es amplísima, prefiriéndose siempre “personas mayores” (y en menor porcentaje “personas mayores de 65 años).

En el mundo de la empresa gerontológica se rechazan términos como “viejos”, “ancianos”, “dependientes”, “pasivos”, etc. por entender que existe riesgo de trasladar estereotipos que se traduzcan en comportamientos de discriminación; también “abuelos” o “jubilados” que no describen necesariamente a personas mayores. Son partidarios de hablar de “mayores” o “personas mayores”, o de “personas de edad avanzada” por entender que no tienen carga ni valoraciones de ningún tipo.

En el mundo del Derecho, la ley, la jurisprudencia y la doctrina han evolucionado de términos como “ancianos” o “tercera edad” a “personas mayores”, expresión preferida actualmente por el mundo del Derecho, si bien todavía se utiliza en algunas ocasiones “tercera edad”, por la importancia que le otorgó la Constitución de 1978. Si bien el ámbito laboral, es un tanto confuso, pues se entremezclan los conceptos, o no queda muy claro de que edades se está hablando. Entre otras denominaciones encontramos: “trabajadores de edad”, “trabajadores maduros”, “trabajadores de más edad”, “trabajadores mayores”, “trabajadores de edad avanzada”, etc.

Estudios sobre que término que prefieren las propias personas mayores europeas,  dio como resultado que los términos preferidos eran: “personas mayores” y “ciudadanos de la tercera edad”, quedando claro que el término “ancianos” se rechaza con firmeza.

Resultados-conclusiones.

Hemos constatado que a día de hoy, existe prácticamente unanimidad en preferir el uso del término “personas mayores” para referirse al grupo de población de mayores de 65 años frente a otros como “tercera edad” o “ancianos”, que habitualmente se consideran tiene una connotación que puede fomentan el edadismo.